Cómo empezar una presentación: 5 diapositivas de apertura fuertes y 9 trucos

Saber cómo empezar una presentación es crucial: si no consigues captar la atención del público desde el principio, toda tu presentación fracasará. Pocos oyentes se quedarán contigo hasta el final y retendrán lo que has contado.

Esto es ligeramente desagradable cuando haces una presentación interna delante de tus compañeros. Pero puede llegar a ser totalmente embarazoso cuando haces una presentación ante un público más amplio (por ejemplo, en una conferencia) o, lo que es peor, cuando haces una presentación de ventas a posibles clientes.

Así es como la mayoría de nosotros empezamos una presentación: dar un saludo incómodo, dar las gracias a todo el mundo por haber venido, aclararnos la garganta, tocar el micrófono y empezar a murmurar humildemente sobre nuestro tema. ¿El problema de esta actuación inicial? Que efectivamente mata y entierra incluso los mejores mensajes.

Índice
  1. Cómo empezar una presentación de PowerPoint de forma correcta
    1. 1. El truco clásico: Abrir con una introducción
    2. 2. Abrir con un gancho
  2. 3. Utiliza un visual absorbente
  3. 4. Plantea una pregunta "¿Qué pasaría si...? Pregunta
  4. 4. Aprovecha la brecha de la curiosidad

Cómo empezar una presentación de PowerPoint de forma correcta

Supongamos que tienes todas las diapositivas de tu presentación pulidas (en caso de que no las tengas, consulta primero nuestros consejos de diseño de presentaciones PowerPoint rápidas y eficaces). Tu presentación tiene un argumento y una agenda claros. Las ideas principales están divididas en frases del tamaño de un bocado para tus diapositivas y complementadas con elementos visuales. Lo único que te queda es pensar en cómo empezar la presentación.

La mejor manera es apelar e invocar determinadas emociones en tu audiencia: curiosidad, sorpresa, miedo o diversión. Y así es como se hace.

1. El truco clásico: Abrir con una introducción

Diseño de diapositivas para PowerPoint

Plantilla de PowerPoint de autopresentación de SlideModel

Cuando no te apetezca reinventar la rueda, utiliza un truco clásico del libro: empieza con una rápida presentación personal. ¿No quieres parecer tan aburrido como los demás con tu humilde "Hola, soy Juan, el jefe del Departamento de Atención al Cliente"? Estupendo, porque nos dedicamos a promover técnicas de presentación eficaces (pista: utilizar una aburrida diapositiva de bienvenida no es una de ellas).

A continuación te explicamos cómo presentarte a ti mismo en una presentación de forma correcta.

a. Utiliza una fórmula de memoria de enlace. Para triunfar en una presentación, tienes que conectar con tu público. La mejor manera de hacerlo es lanzando una sencilla historia que muestre quién eres, de dónde vienes y por qué importan las cosas que vas a decir.

Al cerebro humano le encanta una buena historia, y estamos más inclinados a escuchar y retener la información contada de esta manera. Además, cuando nos sentimos identificados con el narrador (o héroe de la historia), creamos un vínculo emocional con él y, de nuevo, nos volvemos más receptivos y menos escépticos ante la información que se nos va a transmitir.

Así que aquí tienes las líneas de introducción de tu presentación:

Me llamo Joanne y soy la jefa de marketing de la empresa XYZ. Hace cinco años trabajaba como camarera, ganando 10 dólares por hora y recogiendo cartas de rechazo de los editores. Cada semana llegaban a mi buzón unas diez cartas. Como ves, me encantan las palabras, pero un editor decente pensaba que las mías eran lo suficientemente buenas. Excepto el dueño del restaurante. Se me daba muy bien vender y recomendar platos a los clientes. Mi jefe incluso me subió el sueldo a 15 dólares/hora como muestra de agradecimiento por mi habilidad.

Y esto me hizo darme cuenta: Debería abandonar la escritura creativa y centrarme en la redacción de textos publicitarios. Tras un montón de pruebas y errores en su día, aprendí a escribir textos persuasivos. Ya no recibía cartas de rechazo. Recibía miles de correos electrónicos diciendo que alguien acababa de comprar otro producto de nuestra empresa. Mis páginas de copia de ventas generaron más de 1.500.000 dólares en ingresos durante el año pasado. Y quiero enseñarte cómo hacer lo mismo".

b. Prueba la fórmula del estereotipo. Esta también es sencilla y eficaz. Preséntate compartiendo un estereotipo obvio sobre tu profesión. Esta pista te ayudará a conectar mejor con tu público, y hará que se rían un poco y que se cree un ambiente más ligero para el discurso que sigue.

Así es como puedes enmarcar tu introducción:

"Me llamo ___, y soy ingeniero jefe de software en nuestra plataforma [Your Job Title]. Y sí, soy ese tipo de empollón al que nunca le ha gustado hacer presentaciones delante de grandes grupos de personas. Prefiero quedarme en mi estudio y escribir código todo el día. [Stereotype].

Pero bueno, ya que he reunido suficiente valor... hablemos hoy de las nuevas características del producto que mi equipo está a punto de lanzar...."

Tras compartir una rápida frase de autodesprecio, vuelves a tu tema, reforzando la atención del público. Ambas fórmulas te ayudan a establecer el "ambiente" de tu posterior presentación, así que prueba a utilizarlas indistintamente en distintas ocasiones.

2. Abrir con un gancho

Sorprende a tu audiencia desde el principio compartiendo algo que no esperen escuchar. Este puede ser uno de los consejos más populares para las primeras presentaciones, pero no te apresures a descartarlo.

Porque la cosa es así: psicológicamente estamos más inclinados a prestar atención cuando se nos presenta una señal inesperada. Cuando sabemos lo que va a ocurrir a continuación -alguien pulsa el interruptor y se encienden las luces- no prestamos mucha atención a esa acción.

Pero cuando no sabemos lo que va a ocurrir a continuación -por ejemplo, alguien pulsa el interruptor y empieza a sonar una campana- es probable que prestemos más atención a lo que va a ocurrir a continuación. Lo mismo ocurre con las palabras: a todo el mundo le gustan las historias con giros imprevisibles. Así que empieza tu presentación con una diapositiva o una línea que nadie espera que esté aquí.

Aquí tienes unos cuantos ejemplos de ganchos que puedes aprovechar:

a. Abre con una declaración provocativa. Crea una sacudida instantánea y hace que el público esté intrigado por escuchar lo que vas a decir a continuación: da un pedal hacia atrás, continúa con la provocación o haz algo que no se esperen.

TED.com Charla Ted de Jane McGonigal - Este juego te dará 10 años de vida

Fuente de la imagen: TED

"Vivirás siete minutos y medio más de lo que habrías vivido de otro modo, sólo porque has visto esta charla".

Así comienza Jane McGonigal una de sus charlas TED. Impactante e intrigante, ¿verdad?

b. Plantea una pregunta retórica que invite a la reflexión. Las preguntas retóricas tienen un gran efecto persuasivo: en lugar de responder en voz alta, tu público empezará a reflexionar en silencio durante tu presentación. Despiertan la curiosidad y motivan al público a permanecer atento, ya que quieren conocer tu respuesta a la pregunta.

Para reforzar tu mensaje a lo largo de la presentación, puedes utilizar además el Concepto del Triángulo Retórico: enfoque retórico para construir un argumento persuasivo basado en las enseñanzas de Aristóteles.

c. Utiliza un número en negrita, el factor stat. Una diapositiva limpia con alguna estadística alucinante causa un impacto innegable. Aquí tienes algunos ejemplos de declaraciones de apertura que puedes utilizar junto con tu diapositiva:

  • Sorpréndelos: "Estamos desperdiciando efectivamente más de 1.200 millones de dólares al año en producir ropa que nadie comprará nunca"
  • Crea empatía: "¿Estás entre el 20% de personas con TDAH no diagnosticado?"
  • Llamada a las armas: "El 58% de los presupuestos de marketing se desperdician debido a un mal diseño de la página de aterrizaje. Cambiemos esto".
  • Despierta la curiosidad: "¿Sabías que las empresas que han invertido en reconocimiento de voz han visto un aumento del 13% en el retorno de la inversión en sólo 3 años?"

3. Utiliza un visual absorbente

Los elementos visuales convincentes son el ABC del diseño de una presentación: utilízalos estratégicamente para crear un estambre audaz al principio y a lo largo de tu presentación. La primera diapositiva de tu presentación puede ser sin texto. En su lugar, comunica tu idea con un elemento visual: una foto, un gráfico, una infografía u otro recurso gráfico.

Los visuales son un poderoso medio de comunicación, ya que nuestro cerebro sólo necesita 13 milisegundos para representar lo que ven nuestros ojos, mientras que la comprensión del texto requiere más esfuerzos cognitivos.

Unas imágenes relevantes añaden un atractivo estético adicional a tu cubierta, refuerzan la imaginación del público y hacen que tu mensaje clave sea instantáneamente más memorable.

He aquí un ejemplo. Quieres hacer una presentación fuerte sobre la contaminación global. Utiliza la siguiente diapositiva para reforzar la afirmación que compartes:

Nuestro iceberg se está derritiendo Concepto con pingüinos en un iceberg

"En siete de las nueve muestras de nieve tomadas en tierra firme en la Antártida se encontraron sustancias químicas conocidas como AGP, que se utilizan en productos industriales y pueden perjudicar a la fauna"

Fuente: Reuters

4. Plantea una pregunta "¿Qué pasaría si...? Pregunta

La combinación "qué pasaría si" tiene un gran poder. Da a tu audiencia una idea de lo que ocurrirá si deciden escucharte y seguir tu consejo. Aquí tienes unas cuantas presentaciones que comienzan con frases + diapositivas para ilustrar esta opción:

Ejemplo de

Plantilla de PowerPoint de la idea de la bombilla por SlideModel

Análisis de la técnica What if para un tema financiero

Plantilla de PowerPoint sobre finanzas con calculadora de SlideModel

Como alternativa, puedes utilizar una plantilla igualmente potente "Imagina" palabra. "Imagínate", "Imagínate", "Piensa en" son mejores opciones de palabras para cuando piensas empezar tu presentación con una historia rápida.

A nuestro cerebro le encanta interactuar con las historias. De hecho, una historia cautivadora nos hace más colaboradores. Los científicos han descubierto que las historias con tensión durante la narración nos hacen

  • Prestar más atención,
  • Comparte las emociones con los personajes e incluso imita los sentimientos y comportamientos de esos personajes después.

Por eso las buenas películas de acción suelen darnos poder y hacer que nosotros también queramos cambiar el mundo. Si incorporas una buena historia persuasiva con un héroe identificable, también puedes crear ese "vínculo" con tu público y hacer que sea más perceptivo a tu propuesta: donar dinero para apoyar la causa, explorar la solución que ofreces, etc.

4. Aprovecha la brecha de la curiosidad

La brecha de la curiosidad es otro truco psicológico utilizado con frecuencia por los vendedores para solicitar más clics, lecturas y otras interacciones de la audiencia. En esencia, es el truco que ves detrás de todos esos titulares de tipo clickbait, al estilo de Buzzfeed:

Curiosity Gap ejemplo clickbait Buzzfeed

Imagen: Buzzfeed

No todo el mundo es fan de estos títulos. Pero la verdad es que cumplen su función y captan la atención al instante. La brecha de la curiosidad despierta nuestro deseo de profundizar en el asunto. Se nos dice explícitamente que no sabemos algo importante y ahora ansiamos cambiarlo. La curiosidad es una fuerza motriz increíblemente fuerte para la acción: piensa en Eva, piensa en la Caja de Pandora.

Así que considera la posibilidad de incorporar estos elementos para captar la atención en tu discurso de presentación. Puedes abrir con uno de ellos, o entretejerlos estratégicamente en medio de tu presentación cuando sientas que tu público se está cansando y puede perder la concentración.

He aquí cómo puedes utilizar el hueco de la curiosidad durante tu presentación:

  • Empieza a contar una historia, haz una pausa en la mitad y retrasa la conclusión de la misma.
  • Retén la información clave (por ejemplo, la mejor solución al problema que has descrito) durante un tiempo, pero no demasiado, ya que esto puede reducir la curiosidad inicial.
  • Introduce una idea o concepto y vincúlalo con un resultado o tema inesperado: es el mejor consejo para abrir una presentación.

Ahora ya sabes cómo empezar una presentación: tienes las líneas de apertura, tienes las diapositivas que debes utilizar, y puedes explorar aún más atractivas diapositivas y plantillas de presentaciones de PowerPoint en nuestro sitio web. Además, te recomendamos que visites nuestro artículo sobre Ideas clave sobre cómo terminar una presentación de forma eficaz para aplicar las mejores prácticas en tus diapositivas.

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